"La gente decide por cuenta propia participar del taller. No se los obliga", explicó el doctor Guillermo Hönig, médico psiquiatra y jefe de servicio en el hospital Borda.
El gran día es cada dos semanas. Los psicólogos recorren los corredores del hospital para invitar a los enfermos, hombres que en su mayoría padecen esquizofrenia.
Los asiduos ya están en el lugar, impacientes por comenzar.
Como Gabriel, de 34 años, que nunca falta a una sesión. "Hace un año que bailo tango", contó sonriente. "Nunca había bailado antes, pero me gusta. Voy seguido a las clases".
Algunos internados, más tímidos, se contentan con mirar la clase.
El taller de tango del hospital Borda comenzó en 2000 ideado por Silvana Perl, psicóloga y coordinadora. Una idea nacida de su pasión por este baile "símbolo de nuestra argentinidad".
Los beneficios del tango para personas que sufren psicosis son múltiples.
"El tango tiene un particularidad: el abrazo. Eso permite una comunicación fuerte con el otro", explicó, recordando que "la gente internada está como exiliada del mundo".
Durante la clase, los ojos de los pacientes se dirigen a los pies del profesor que enseña un nuevo paso. Entre risas y aplausos, los tangueros participan activamente del taller.
"Los pacientes, cuando están en la clase, dejan de alucinar, se concentran", añadió la coordinadora. "Además, son observados por otros durante la clase: es un reconocimiento a traves de la mirada de los otros".
Médicos, enfermeras, estudiantes de psicología y hasta turistas participan regularmente de los talleres de tango.
Como médica del hospital Borda, Sol Spandonari asiste regularmente a los cursos.
"Es la segunda vez que vengo al taller. Estoy aprendiendo junto con ellos. Somos iguales. Nunca había bailado tango", relata. "Creo que estar con los pacientes en otra situación puede contribuir a hacer terapia. Permite mostrarse accesible a ellos. En la clase ya no hay pacientes y médicos: hay simplemente gente que baila porque quiere bailar".
Tras acercarse progresivamente a la pista, Esteban, paciente del hospital, es convencido por Silvana de participar de la clase. Cuando resuena la última nota musical, esboza una sonrisa y promete volver la próxima clase.
"El taller de tango saca a los pacientes de la monotonía propia de su enfermedad. Son casi todos psicóticos y es propio de su psicosis estar sin voluntad. Entonces, invitarlos a hacer algo les pone movimiento, les incita a hacer algo y hacer algo te hace sentir útil, te hace sentir bien. Te ayuda a reconectarte", explicó Sol Spandonari.
¿El Tango puede Curar la Esquizofrenia? "La Psicosis No Se Cura", advierte Silvana Perl. "Pero existe la posibilidad de estabilizarse".
"Muchos extranjeros vienen a bailar en el taller de tango del hospital. El tango para pacientes con psicosis existe en Holanda, Eslovenia, Estados Unidos, Alemania. Varias personas vinieron del extranjero para ver cómo trabajábamos", subrayó la coordinadora del taller.
El tango argentino es también utilizado para tratar la enfermedad de Alzheimer o el Parkinson y los problemas de pareja, según la Asociación internacional de terapeutas de terapia mediante el tango.
Y mumerosos pacientes salen regularmente a la ciudad a bailar en milongas, lejos de los muros del hospital psiquiátrico.